378. Dionisio Gutiérrez: En esta hora de la historia

Noviembre 21, 2025
FacebookMessengerWhatsappTwitterShare
378. Dionisio Gutiérrez: En esta hora de la historia

Editorial del programa 378 de Razón de Estado


Vivimos una hora de la historia en la que el mundo parece perder su centro moral. Las naciones que durante décadas sostuvieron el equilibrio del orden liberal occidental se ven hoy exhaustas, inseguras y divididas

La cobarde invasión rusa a Ucrania, además de ser una guerra cruel e injusta, rompió los diques del respeto internacional. Moscú, movida por su nostalgia imperial y la locura de su autócrata, ha recordado al planeta que el mal, cuando se tolera, se siente legitimado para avanzar.

Mientras tanto, en Oriente Medio, la tragedia se repite en ciclos sangrientos. La barbarie del terrorismo ha convertido a esa tierra en símbolo de la incapacidad humana para aprender del pasado. Allí, la vida se ha vuelto rehén de fanatismos y la razón, un lujo olvidado.

En Asia, la China autoritaria extiende sus tentáculos más allá del Mar del Sur. Su ambición con Taiwán y su estrategia silenciosa de control económico y tecnológico demuestran que el comunismo del siglo XXI no tiene límites. A su lado, Irán, con su vocación irredenta por el caos, mantiene vivo el fuego del odio y la inestabilidad, financiando la violencia y amenazando al mundo libre con su fanatismo teocrático.

Todo ello ocurre mientras Occidente, ese que alguna vez creyó en la supremacía moral de la libertad, la razón y la democracia, se hunde en el letargo de la contradicción.  Europa se divide entre su culpa histórica y su miedo al futuro. Estados Unidos, distraído por su política interna y sus luchas ideológicas, ha perdido el liderazgo que alguna vez iluminó al planeta.

Y en esta confusión global, emerge otro poder: la inteligencia artificial, prodigio y peligro a la vez. Creación sublime de la mente humana, pero amenaza cierta si cae en manos sin escrúpulos.

En medio de esta tormenta global, América Latina lucha por vencer al populismo autoritario que ha intoxicado la política. Argentina, Ecuador y Chile están volviendo al orden liberal. Le seguirá Colombia el año entrante. Y luego tocará rescatar a México y a Brasil.

Frente a los imperios del miedo y del engaño, el mundo libre necesita reencontrarse con su alma; y América Latina, lejos de seguir siendo un continente condenado a soñar con lo que pudo ser y no fue, merece encontrar ya la frontera del desarrollo: ese lugar al que solo se llega por el camino de la democracia, la justicia y la libertad.  

 

FacebookMessengerWhatsappTwitterShare