Dionisio Gutiérrez: La vieja política, comprometida con los grupos criminales, es la que combate a la CICIG

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Dionisio Gutiérrez realiza un balance general del panorama actual de la crisis política que vive Guatemala donde resalta la lucha del Gobierno de Jimmy Morales contra el Iván Velásquez, Comisionado de la CICIG.

Por: Ingrid Roldán / Fotos: José Carlos Flores
Estrategiaynegocios.net

Abandonó la pantalla grande en 2010, y un programa que condujo por 20 años, envuelto en una polémica con la entonces pareja presidencial que lo llevó a renunciar a la dirección de su empresa y a abandonar el país, denunciando amenazas.

Se fue -dice- cansado, en una soledad brutal. Retorna este miércoles 19 de septiembre a la televisión con el programa “Razón de Estado” que se transmitirá en Guatevisión, empujado “por una enorme preocupación por lo que está sucediendo en Guatemala. “Creo que estamos viviendo un momento de suma gravedad. Tenemos un gobierno más que ya fracasó”, advierte.

En entrevista exclusiva, Gutiérrez advierte sobre la actual coyuntura del país: “Este es un gobierno desviado, que se ha dedicado a protegerse y a defender sus intereses y al final han convertido la esencia de su gobierno en combatir a esta comisión internacional que se llama CICIG porque se sienten amenazados. Este gobierno es parte de esa vieja política que debe desaparecer de Guatemala, se sienten amenazados, como dije, por el hecho de que está comprometida con los grupos criminales que han llevado Guatemala a las actuales circunstancias. Lamentablemente, una institución como la CICIG es necesaria en Guatemala”, asegura.

Durante 20 años usted tuvo el espacio con el programa Libre Encuentro para discutir todos estos temas, ¿qué reflexión le queda de esta experiencia?

Fueron 20 años para mí de un gran aprendizaje. Me di cuenta de las enormes diferencias aparentes que tenemos los ciudadanos de diferentes sectores. Aprendí que estamos de acuerdo en muchas más cosas de lo que creemos. Aprendí que sería mucho más fácil ponernos de acuerdo si pudiéramos controlar mejor nuestros egos, las vanidades, los egoísmos y todas esas bajezas del ser humano y que al final seguimos atrasados y atrapados por decisión propia.

En esos 20 años aprendí a escuchar, aprendí a ponerme en la posición de los demás para comprender las razones y los motivos de por qué sienten y expresan lo que hacen y luego me dio un enorme aprendizaje en muchos temas, de la vida de Guatemala, de la región, del mundo.

¿Qué diferencia Libre Encuentro de Dimensión TV, y del nuevo programa de Televisión que lanza este miércoles (19 de septiembre)?

Libre Encuentro fueron esos 20 años de debate, de buscar cambiar el rumbo de Guatemala y la región porque éramos muy activos en los temas regionales. Cuando desapareció Libre Encuentro y nació Dimensión TV yo lo vi como un paréntesis, como una transición a algo más que no sabía qué era y lo vi como un programa más educativo, informativo.

Ahora que está terminando Dimensión y que nace Razón de Estado, lo que buscamos es volver a poner los temas incómodos sobre la mesa del debate público, hacer las reflexiones y las propuestas que creemos pueden ayudarnos a salir adelante. Vamos a hacer ese trabajo de la mejor forma posible, vamos a señalar las cosas que nos parece que están mal y lo vamos a hacer con respeto pero con firmeza y vamos a hacer uso absoluto de nuestra libertad de expresión.

¿Es la televisión un recurso idóneo para esta época o la discusión se ha trasladado a las redes sociales y los medios de comunicación en línea?

Estamos viviendo una transición en eso también. Sin duda en países con un nivel de atraso como el que tiene Guatemala la televisión sigue siendo un factor importante, pero hay que comprender que la televisión de muchas maneras se está trasladando a las redes sociales.

La tecnología hoy nos permite ver la televisión o lo que se produce para televisión con el Youtube y con todos los videos que van y vienen, pues termina al final en las redes sociales. Lo que se está dando es una simbiosis de tecnologías que sin duda alguna termina al final en redes sociales.

Lo que sí impone eso es un desarrollo educativo, capacidad de criterio del usuario, del ciudadano para poder distinguir la información objetiva y correcta de la mentira, de la difamación y de la descalificación que es una de las prácticas más comunes en redes sociales.

A diferencia de las etapas anteriores de sus programas de televisión que el público era pasivo, recibía la información, ahora se da esa interacción en redes sociales o la incidencia de las cuentas falsas que buscan llevar la discusión al punto que a ellos les interesa, ¿cómo piensa permearse de eso?

Ya soy un protagonista en todo ese sistema, especialmente en Guatemala que es una sociedad con altos niveles de confrontación. Hemos desarrollado un ambiente de desconfianza, descalificación y prejuicios que es muy malo para construir país y la única esperanza es que el usuario, que todas las personas que hacen uso de las redes sociales aprendan a diferenciar el trigo de la paja y que puedan darse cuenta cuál es desinformación, qué es mentira, qué es difamación y desarrollar criterio. Eso no es fácil, eso toma mucho tiempo. Así que vamos a estar en medio del huracán por un buen tiempo más.

 

¿Qué lo motiva a regresar ahora a los medios?

Esa misma pregunta me hago yo. La primera motivación es una enorme preocupación por lo que está sucediendo en Guatemala. Creo que estamos viviendo un momento de suma gravedad. Tenemos un gobierno más que ya fracasó. No es el primero pero debe ser el último de los malos gobiernos que pasan por el Estado de Guatemala.

Creo que si no todos los que podemos hacer algo lo hacemos de forma activa, decidida y comprometida, hay suficientes síntomas que me dicen que Guatemala puede entrar a escenarios y circunstancias muy oscuras y negativas para toda su gente.

¿Teme que regresen las amenazas que lo obligaron a retirarse de Libre Encuentro?

En 2010 cuando dejé Libre Encuentro y dejé la posición que tenía en la empresa en la que trabajaba, tomé la decisión porque pensé que tener un momento en el que estábamos perdiendo la batalla por la democracia y por la libertad, estaban todas las fuerzas del mal coincidiendo alrededor del modelo ese del Socialismo del Siglo XXI que lideraba Hugo Chávez.

En el caso de Guatemala era Sandra Torres la que estaba tomando esa bandera y empujándola. Como parte de ese plan habían desmantelado la prensa, habían debilitado el sector privado. Es más, lo tenían de rodillas con toda clase de persecuciones y el sector privado se asusta con facilidad. Luego, habían debilitado también a la sociedad civil.

Yo sentí estar, además de cansado, en una soledad brutal, y pensé que lo mejor era apartarme para que la sociedad y los ciudadanos pudieran ver con más claridad qué estaba pasando con Guatemala. Logramos superar aquel momento. Han pasado casi 8 años, estoy de regreso con todo el compromiso, con toda la voluntad y toda la decisión de dar un aporte positivo por Guatemala y por la región, especialmente por lo que decía del momento de suma gravedad que estamos viviendo y es de lo que vamos a hablar.

-¿Qué agenda pretende impulsar desde Razón de Estado?

Es una agenda de rescatar los valores de la democracia, de la libertad, del estado de derecho. Volver a impulsar los conceptos de la necesidad de una república, con división de poderes, con certeza jurídica, con la funcionalidad que un estado debe tener para que tengamos oportunidades los ciudadanos de superarnos, sobre todo en un país como Guatemala que tiene números sociales de vergüenza, que tiene datos políticos de los peores de América Latina y luego con una economía que no va a ningún lado, deprimida, insuficiente y con necesidad de ser atendida.

Razón de Estado va a ser un programa presente en la realidad del país. Vamos a cuestionar todo en función de fortalecer estos valores democráticos y republicanos. Funcionaremos como una tribuna que va a ser explícita, que va a ser liberal y que va a ser una tribuna incómoda para mucha gente, estamos conscientes de eso.

¿Qué piensa del actual gobierno y sus últimas acciones para expulsar a Iván Velásquez y no renovar el mandato de CICIG? ¿Es necesaria la CICIG en el país?

Guatemala tiene un gobierno mediocre, impresentable, un gobierno formado por gente que tiene cualquier objetivo, menos gobernar con responsabilidad. Son un grupo de improvisados. Hay algunos ministros que merecen mi respeto, que están allí porque quieren intentar hacer algo, no lo van a lograr, lamentablemente, pero no por eso dejo de respetar su esfuerzo.

Este es un gobierno desviado, que se ha dedicado a protegerse y a defender sus intereses y al final han convertido la esencia de su gobierno en combatir a esta comisión internacional que se llama CICIG porque se sienten amenazados. Este gobierno es parte de esa vieja política que debe desaparecer de Guatemala, se sienten amenazados, como dije, por el hecho de que está comprometida con los grupos criminales que han llevado Guatemala a las actuales circunstancias.

Lamentablemente, una institución como la CICIG es necesaria en Guatemala hasta que no seamos capaces los guatemaltecos de tener un sistema judicial funcional, que opera, que es capaz de dar justicia pronta y cumplida. Esa es una tarea pendiente para Guatemala. La gran pregunta que tenemos que hacernos es ¿qué hemos hecho en los últimos 12 años que lleva la CICIG en Guatemala para fortalecer nuestro sistema de justicia, para fortalecer el estado de derecho y para llegar al punto en el que realmente somos capaces de autogobernarnos?

¿Cree que el pacto de corruptos se ha fortalecido?

Creo que ese es un pacto que se ha mantenido fortalecido siempre. Ellos tienen una visión clara en su mente que cumplir y es la de, a cualquier costo, evitar que sean llevados ante la justicia porque ellos saben que tienen delitos pendientes por los que deben responder.

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