187. La infame invasión que cambió el Siglo XXI

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186. La infame invasión que cambió el Siglo XXI

Editorial del programa Razón de Estado número 187
 


 

La mentira, la propaganda, el asesinato de inocentes y el terror no son abominaciones nuevas en la especie humana. La diferencia hoy es que es imposible esconderlo. Es más, el mundo está siendo testigo de crímenes de guerra y genocidio en tiempo real, similares a los cometidos por las bestias con forma de humano que la historia recuerda. Zedong, Stalin, Hitler, entre otros; y ahora se suma ese tal Putin.    

 

La cobarde invasión a una democracia soberana, la masacre de niños, mujeres y ancianos; la destrucción cobarde e infame de una nación libre cambiarán la historia del Siglo XXI para siempre.

 

En un mundo como el que hoy vivimos, las democracias y los pueblos libres parecen débiles ante los tiranos asesinos, pero no lo son. La respuesta de Occidente al déspota criminal ha ido tomando forma, aunque no a la velocidad que debiera, para salvar más vidas y la integridad territorial de una nación que hoy lucha a muerte por su libertad; pero, Occidente debe tener muy presente que su fuerza y el respeto que se le tenga a partir de esta agresión criminal depende de que Ucrania expulse al invasor y recupere su integridad de nación libre, democrática e independiente.    

 

La locura del tirano sociópata y asesino llegó al extremo de pretender imponer las reglas de la invasión. Él puede destruir y matar, pero hay de aquél que se atreva a intervenir. La realidad es que, con la invasión a Ucrania, Putin declaró la guerra al Mundo Occidental.

 

Además de la pérdida de vidas de civiles inocentes en la invasión, Occidente ya es parte de la crisis de refugiados más grave desde la segunda guerra mundial, del aumento dramático en el costo de los alimentos si no su escasez; otra consecuencia que está afectando a toda la especie humana.

 

La crisis energética global ya parte del conflicto, los ataques cibernéticos en 3 continentes y la amenaza nuclear son, sin duda, con todo lo anterior, causales para la siguiente guerra mundial.  

 

 La destrucción y la muerte de inocentes no se prestan a interpretación. Lo que hay en el mundo libre es rabia y frustración, emociones que solo se aliviarán cuando demostremos que de verdad somos consecuentes y solidarios con el pueblo ucraniano.

 

El nacionalismo, el discurso patriotero y el populismo son las excusas de las tiranías. Hoy, subidas en plataformas tecnológicas dedicadas a la desinformación y a la distorsión de la verdad cuando no a la mentira flagrante y descarada.  

 

Era de esperar que, en América Latina, los apoyos al tirano asesino del Kremlin vendrían de los sospechosos conocidos; los grupos y gobiernos populistas y autoritarios.

 

No sé ustedes, pero yo quisiera que además de discursos emotivos y envío de armas de bajo calado, el mundo libre acepte que estamos en guerra contra el terror y la muerte que un tirano asesino, desde una potencia militar de pobres – el pueblo ruso – nos declaró la guerra a todos. A todos los que creemos en la ley y la libertad.

 

Gloria a Ucrania.   

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