América Latina repudia las dictaduras

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Dionisio Gutiérrez habla en una entrevista sobre el panorama político y social de Guatemala y de Latinoamérica.

La democracia y la economía libre se abren paso ofreciendo perspectiva de bienestar.

Por Rodolfo Blanco Avila
Fotos Manuel Castillo

La experiencia ha demostrado que la libertad económica con democracia es el camino más premisorio para la prosperidad, sostiene el licenciado Dionisio Gutiérrez, presidente de la Cámara de la Libre Empresa.

El licenciado Gutiérrez es, además de graduado en administración de empresas, con maestría en gerencia internacional y finanzas, un exitoso empresario que se desenvuelve con un alto grado de eficiencia en el mercado.

Durante largos años, muchos países latinoamericanos han padecido férreas dictaduras que han oprimido a los pueblos.

Sí, pero ahora las dictaduras ya pasaron de moda. Todos los pueblos buscan la libertad, incluso Rusia, un país que ha sido el principal ponente del socialismo ha debido reconocer que la libertad es una condición indispensable para la felicidad de los pueblos. Ello se refleja en la llamada "Perestroika", que consiste en una apertura democrática.

Sin embargo, en América latina aún hay claves dictatoriales...

Es cierto. Pero, aún así, se puede afirmar que, no obstante las oscilaciones del péndulo, la gran tendencia se orienta hacia el establecimiento de gobiernos elegidos democráticamente. Claro está que en algunos países aún falta mucho por hacer, pero tarde o temprano lograrán ese objetivo. Entre estos países que se dirigen hacia la democracia podemos incluir a Chile y Panamá.

Algunas de las dictaduras en Panamá, curiosamente, pareen haber gozado de amplia popularidad.El general Torrijos, por ejemplo, era muy popular, lo cual puede atribuirse a su postura nacionalista con respecto al canal. Y el general Manuel Noriega, que también ha retomado la bandera del nacionalismo, parecía tener mucha simpatía.

Si esa simpatía existió alguna vez, él mismo se encargó de destruirla, involucrándose en el negocio ilícito de la droga. La anulación de las elecciones, después de que ganó la oposición, fue lo peor que pudo hacer. La mayoría que votó por los candidatos de oposición no puede simpatizar con Noriega. Y los países latinoamericanos que han comenzada a democratizarse tampoco pueden simpatizar con un régimen que ha abortado la democracia.

La anulación de las elecciones es lo peor que pudo hacer el régimen de Noriega. Pero el asunto de las drogas ¿Cree usted que es un problema real? ¿No es un problema creado artificialmente para desprestigiar al gobierno y facilitar su caída? Noriega ha sostendido que en ello hay intereses extranjeros, que se han movilizado para evitar la entrega del Canal. Conforme a tales convenios, la transferencia del Canal a manos panameñas ha de iniciarse en 1990 y concluir en el año 2000.

El problema de las drogas es real. La economía de Panamá está parcialmente destruida. Esto conduce a suponer que el gobierno obtiene recursos de otras fuentes, una de las cuales y seguramente la principal sería el tráfico de drogas. Hay pruebas de que ello es efectivamente así. Se sabe que tiene contacto con el cartel de Cali. El carte de Medellín quisiera suprimir físicamente a Noriega. Hay organismos internacionales a punto de declararlo culpable.

En cuanto a los intereses extranjeros, creo que están en un segundo plano. En primer plano hay que situar los intereses del pueblo panameño. Los panameños están padeciendo un sufrimiento tremendo. La pobreza ha alcanzado un nivel grave. El descontento se manifiesta en huelgas que casi han paralizado el país. Sólo el cambio a un gobierno democrático, por una vía democrática es absolutamente necesario.

Las elecciones anunciaban que la oportunidad había llegado

Si. Antes de que se realizaran las elecciones, se consideraba la posibilidad de que hubiera fraude. En un seminario realizado en Caracas, se decía eso. pero yo opiné que de todas maneras había que participar en las elecciones. Había que agotar esa vía. Así es, ahora es preciso que el pueblo panameño mantenga firme su posición. La comunidad internacional debe contribuir al cambio. Pero lo más importante es la actitud de pueblo.

En el mundo occidental vemos que hay países en los que la libertad ha dado frutos espléndidos. Estados Unidos es un ejemplo de ello. Pero no todos los países disfrutan de esa prosperidad. En cambio, hay países socialistas que han alcanzado un alto nivel de desarrollo. Rusia, por ejemplo...

Es cierto. Pero con un alto costo. Las decisiones allí han sido tomadas por los gobiernos y la gente ha debido acatarlas. Como no es el mercado y el sistema de precios los que orientan a las unidades para asignar sus recursos, se producen inevitablemente distorsiones.Esa es la causa de las colas para adquirir productos. Y muchos productos ni siquiera existen en el mercado. Lo mismo ha sucedido en Nicaragua.

Ahora, en el caso de Nicaragua, hay que tomar en cuenta que ese país ha sido objeto de un bloqueo económico, por parte de los Estados Unidos.

Es cierto, pero los mismos sandinistas destruyeron la capacidad productiva del país. Chile también estaba bloqueado, y sin embargo, hoy por hoy es uno de los países de mayor crecimiento económico en el mundo. Y si los chilenos son capaces de restaurar la democracia, sin duda tendrán un país ejemplar.

En cualquier caso, es claro que los campos gravitacionales que generan las grandes potencias parecen condicionar el desenvolvimiento de los países.

Sin duda, la intervención tanto de los Estados Unidos como de Rusia produce problemas. Pero yo creo que, en última instancia, las grandes fuerzas generadoras de los cambios residen en los pueblos. Son ellos quienes han de decidir sus destinos. Aquí, en Guatemala, por ejemplo, la democracia, hay que reconocerlo claramente, es un premio obtenido por los guatemaltecos. Un éxito de los guatemaltecos y de nadie más. En Nicaragua, también hay que atribuir al pueblo el triunfo sobre el gobierno de Somoza. Lo malo fue que los sandinistas tomaron el poder. Sin embargo, es muy importante el hecho de que se haya anunciado el propósito de realizar elecciones y, ante todo, que sean realmente libres. En Guatemala también hemos tenido apertura democrática. Pero el gobierno parece no tener conciencia de lo que pasa. Hay pobreza en el pueblo. Hay corrupción en el gobierno. Los cargos de alta responsabilidad son desempeñados por personas sin experiencia ni capacitación.

Pero si el pueblo no está de acuerdo con este gobierno, tendrá oportunidad de cambiarlo en las próximas elecciones.

Eso es lo importante de un sistema democrático. Y sostengo que si las elecciones son limpias, no importa quien gane. Pero mejor si hay alternabilidad en el poder.

¿Cómo ve el panorama político?

Aún no está definido. Pienso que habrá rupturas y alianzas. A principios del próximo año comenzará a despejarse el panorama.

¿Qué piensa de Jorge Carpio Nicolle?

Lo considero honesto. Tiene claro que es inconveniente centralizar el poder. Por otra parte, su experiencia empresarial es muy importante. Además, él cree en la economía social de mercado, que ha dado ya muy buenos resultados en muchos países. Claro que él la pondría en práctica seguramente de acuerdo con las particularidades de Guatemala. La posición centrista fue una concepción brillante y oportuna de Jorge Carpio. Era un planteamiento que estaba haciendo falta en Guatemala.

 

 

 

 

 

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